Yihadistas y Ébola: ¿Caimanes del mismo caño?

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Desde hace aproximadamente tres años, la República de Siria está enfrentando un ejército mercenario financiado por algunos de sus vecinos árabes, pero por supuesto también por países europeos y sin lugar a dudas por los EUA. Voceros de ambos intentaron acorralar a Bashar Al-Assad, presidente Sirio, con el cínico argumento de que Siria poseía armas químicas. Obvio que los países que formulaban la acusación y exigían la eliminación de esas armas químicas las tienen en sus arsenales bélicos hasta los dientes. Pero ya habíamos visto cómo fueron desarmando a Libia con diferentes argumentos, hasta que debilitadas sus defensas, realizaron aquella canallesca invasión que en pocos días acabó hasta con la vida de su líder y primer ministro, Kadafi.

También recordamos cómo los gringos financiaron primero a Sadam Hussein para agredir a Irán y luego, cuando no les interesó más, en nombre de las supuestas armas químicas y biológicas que tenía Hussein, invaden Irak, destruyen el testimonio de tres milenios de civilización, ejecutan al líder Iraquí y convierten a la nación en un gobierno andrajoso, sin gobernabilidad (al igual que en Libia).

A Afganistán, con la absurda y falsa búsqueda de Osama Bin Laden, lo han destrozado, y siguen ahí, a pesar de que localizan a Bin Laden en Paquistán y lo sepultan en el mar, asediando a los talibanes, logrando un incremento brutal de la elaboración de heroína. Los presos de esas "búsquedas" están en Guantánamo y las promesas electorales de Obama de liberarlos se las colocó en el sobaco.

También empastelaron la vida de Egipto, por supuesto con sus muertos y exacerbación de conflictos internos, pero pasan a controlar el canal de Suez y, con el manejo de España y Reino Unido del estrecho de Gibraltar, hay un control absoluto del petróleo que pasa por el mediterráneo.
Pero como no era suficiente, los gringos agitan las aguas en Ucrania. Sin tapujos, se vio a la representante del pentágono para Europa asistir a la plaza de Kiev iniciado ya el conflicto repartiendo pancitos y agua a los manifestantes. El envío de armas, recursos económicos y expertos militares para el entrenamiento de tropas despejan cualquier duda sobre la mano negra gringa (ojo, no es por Obama) en ese complicadísimo conflicto, en ejecución todavía.

Ahora los gringos fabrican el ejército islámico, neo-yihadista, que curiosamente va ocupando zonas de producción petrolera en Irak y en Siria. Y los EUA, paladines de la lucha contra el terrorismo, lo cual se puede "comprender" muy bien si vemos la diarrea de películas que se producen a diario en esa idílica y famosísima fábrica cinematográfica, apéndice de la CIA, que toda la familia conoce como Hollywood, tiene una película para cada ocasión, donde siempre ganan los superhéroes de la libertad y de los derechos humanos.

Y todo por energía fósil, petróleo y gas. Y algunos se preguntarán, ¿por qué no nos invaden a nosotros, a los venezolanos, que tenemos las mayores reservas petroleras del planeta? Sencillo, porque los conflictos se tienen allá lejos en el otro barrio, pero no con los que están más allá de la empalizada de la casa.
Hay quienes piensan que detrás del ébola puede haber bioterrorismo
Ya los gringos encontraron un argumento para que, en nombre de la lucha contra el EI-yihadista, ahora bombardeen con sus aviones, los espacios supuestamente ocupados por los yihadistas. Pero no sus campos petroleros ocupados, cuyo petróleo lo venden los yihadistas a Turquía en 60 dólares y estos a su vez se lo venden a Israel. Esto, además de los precios en que vende (o regala) Arabia Saudita su petróleo, a contrapelo de la OPEP, explica la caída del precio del petróleo venezolano. No es necesario que nos invadan para afectar nuestra economía. A esto añádanle los ingredientes de bloqueo económico no confeso, con casos emblemáticos como el de Clorox, ocultamiento masivo de mercancías, desabastecimiento de productos fundamentales, especulación descarada y brutal. Asesinatos selectivos, violencia sospechosamente extraña, complicidad con el terrorismo criollo de factores originados en Colombia y es prudente recordar aquella infeliz declaración del entonces embajador norteamericano en Caracas, Charles Shapiro, a reporteros de VHeadline.com de que "no es un crimen necesariamente matar a un Presidente" (año 2003). Este conjunto de situaciones están pensadas a llevarnos a un clima de ingobernabilidad, de pérdida de la gobernanza.

Por otra parte nos sorprende esta recién epidemia de ébola, fiebre hemorrágica con elevado grado de letalidad en varios países africanos. Y hay quienes piensan que detrás del ébola puede haber bioterrorismo. Siempre es posible, pero, ¿por qué un terrorista optaría por escoger el ébola, de todas las enfermedades, pues es mucho menos contagioso que la mayoría de otros virus? Es probable que una epidemia, a pesar del ambiente terrorífico que han construido a su alrededor, no es una razón para que pueda desmoronarse un Gobierno. Hay los que han pensado en quienes plantean un nuevo orden mundial y despoblación. De acuerdo con esta teoría la "elites" tienen tres formas principales para garantizar la despoblación: 1.- El hambre en un modelo de desarrollo no sostenible.  2.- La guerra de un conflicto artificial y 3.- Enfermedades fabricadas.

Nos preocupa que la OMS tiene un liderazgo científico-técnico débil, políticamente vago, estratégicamente crea un ambiente donde los intereses políticos y económicos tienen cancha libre para jugar sus partidas, una relación con países en crisis con mensajes que confunden. Más aun, la directora general de la OMS, Margaret Chan, acaba de declarar: "El mundo está mal preparado para responder a cualquier emergencia sanitaria"... Sin embargo leí en los periódicos de hoy que la ministra Nancy Pérez se había reunido con expertos de la OMS para preparar la contingencia en nuestro país.

Me pregunto qué pasaría si gracias a los yihadistas continúa bajando el precio del petróleo. Se acentúa la guerra de desabastecimiento, especulación, bloqueo no declarado, presión del dólar de la cocaína sobre la divisa Venezolana y pa' más ñapa misteriosamente colocan unos pacientes provenientes de África o quien sabe de donde en el hospital civil de Maracay.

¿No les parece a ustedes que estos yihadistas y el ébola y hasta los factores de la guerra económica son caimanes del mismo caño?

¿No pareciera prudente desarrollar una política preventiva, enmarcada en los conceptos de seguridad nacional, contar con el concurso de profesionales expertos en enfermedades infectocontagiosas, activar Quimbiotec en su máxima expresión, desarrollar o acelerar la fábrica de fluidos indispensable para cualquier situación?

Resultaría propicia la ocasión para la creación de un organismo regional de salud con la fuerza suficiente para pensar, planificar y ejecutar con visión estratégica en materia de salud. Tal vez Unasur pudiese asumirlo. Ojalá no nos sorprenda el caimán del ébola.

 Correo: rogercapella@gmail.com

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